El barco era de color rojo
y tenía una ventana en forma de ojo.
Salimos al mar temprano,
el sol calentaba como si fuera verano.
A lo lejos vimos una ballena,
que poco a poco iba acercándose a la arena.
También había peces de colores
algunos tenían forma de flores.
Fue una tarde estupenda,
aunque se me olvidó la merienda.
Eloy Badorrey Pérez
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