Una princesa salió de su castillo
para ver al cantaor caracolillo.
Mientras que él cantaba
ella se imaginaba...
la silueta
de una piruleta.
Miró hacia un lado
y vio un helado,
miró hacia el otro
y vio el cartel de Cotos.
El cantaor le pidió matrimonio, pero
la princesa estaba comprometida
con el príncipe del almíbar.
Iris Martín de Pando
Que bonita es la poesia, me encanta.
ResponderEliminarDiana
gracias
EliminarPreciosa! Me ha sacado la sonrisa tu poesía, una sonrisa oculta varios días por las nubes de lluvia que tenemos por aquí.
ResponderEliminarUn beso grande,
Tu prima Sonia desde Londres.
Gracias y que asome el sol
EliminarIris !me encanta tu poesía! eres toda una artista, poesía, bailas, cantas !ole mi niña!
ResponderEliminarUn besazo de la "tita" Silvi!!